En la Argentina de 2025, el pop no es un refugio aséptico ni un espacio indiferente a la coyuntura. Lo volvió a dejar claro Lali Espósito en el estadio de Vélez, donde ofreció el tercero de sus cuatro recitales programados en el José Amalfitani. Lo que podía ser un show puramente musical terminó convertido en …
Lali encendió Vélez con un gesto inpirado en Karina Milei y un nuevo hit dedicado al presidente

En la Argentina de 2025, el pop no es un refugio aséptico ni un espacio indiferente a la coyuntura. Lo volvió a dejar claro Lali Espósito en el estadio de Vélez, donde ofreció el tercero de sus cuatro recitales programados en el José Amalfitani. Lo que podía ser un show puramente musical terminó convertido en un acto de intervención política y cultural.
La confrontación entre Lali y Javier Milei no es nueva. En 2023, durante la campaña, la cantante escribió un breve mensaje que marcó su posición: “Qué peligroso, qué triste”. Desde entonces, se transformó en blanco predilecto de burlas, insultos y operaciones de desprestigio, amplificadas por los trolls libertarios. Lejos de amilanarse, eligió responder desde el escenario.

Lali, de estreno
El sábado estrenó «Payaso», una canción cuyo estribillo incluye la frase: “Cuando ya cazaste al león, no te distraen las ratas”. El público la ovacionó de pie, interpretando el dardo hacia Milei como un gesto explícito de resistencia. No fue la única referencia: al interpretar Fanático, volvió a parodiar la pose fotográfica del Presidente, pero esta vez reemplazó la V de victoria con un gesto de “tres” bien marcado.
Allí ocurrió uno de los momentos más potentes de la noche. Apenas Lali levantó los dedos, la multitud reaccionó espontáneamente con un cántico que tronó en las tribunas: “¡Alta coimero, alta coimero!”. La alusión directa a las denuncias por el presunto 3% de coimas que involucran a Karina Milei transformó la parodia en un acto colectivo de denuncia. El estadio entero, entre luces y coros, se convirtió en escenario político.
La audacia de Lali no terminó ahí. En otro pasaje del show sorprendió con una versión de Vencedores vencidos, clásico de los Redondos cargado de crítica social. En 1988, la canción ironizaba sobre el desencanto democrático tras la dictadura; en 2025, suena como una advertencia sobre los “vencedores” que en realidad podrían ser “vencidos”. Que sea Lali -una artista pop de alcance masivo- quien retome ese himno rockero es un gesto simbólico de enorme peso.
Lo que se vio en Vélez no fue simplemente un recital más dentro de la gira. Fue la confirmación de que Lali Espósito eligió ocupar un lugar incómodo pero necesario: el de la artista que no esquiva el conflicto y asume el costo de hablar. Sus intervenciones en escena no sólo funcionan como respuesta a los ataques sistemáticos del Presidente y sus seguidores, sino que transforman la música en un espacio de resistencia cultural.
