Bad Bunny, el fenómeno global del reguetón y trap latino, confirmó que una de las razones por las que su gira Debí tirar más fotos no pasará por Estados Unidos es la preocupación por la seguridad de sus fans frente a posibles redadas del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE). En una entrevista con la …
Bad Bunny suspende shows en EE.UU. porque la policía antinmigración quería usarlos como emboscada para deportaciones masivas
Bad Bunny, el fenómeno global del reguetón y trap latino, confirmó que una de las razones por las que su gira Debí tirar más fotos no pasará por Estados Unidos es la preocupación por la seguridad de sus fans frente a posibles redadas del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE). En una entrevista con la revista inglesa i-D, el puertorriqueño explicó: “El puto ICE podría estar fuera de mi concierto. Y es algo de lo que hablamos y que nos preocupaba mucho”.
El artista se encuentra en la etapa final de su residencia en el Coliseo de San Juan, Puerto Rico, donde completará 30 funciones el próximo 14 de septiembre tras más de dos meses de shows consecutivos. Bad Bunny destacó que su decisión busca proteger a los seguidores latinos y puertorriqueños que viven en Estados Unidos, quienes pueden viajar a Puerto Rico para asistir al espectáculo, aprovechando que es un territorio no incorporado de EE.UU. “Todos han sido magníficos. He disfrutado conectando con los latinos que viven en Estados Unidos. Pero para una residencia aquí, la gente de EE.UU. podría venir a ver el espectáculo”, agregó.
Bad Bunny la tiene clara
La medida de Bad Bunny pone en evidencia la intersección entre música y política migratoria. Un artista que reúne a miles de personas por noche debe considerar que, en ciertos contextos, la asistencia a un concierto puede exponer a su público a riesgos reales. En este sentido, su elección no solo protege a los fans, sino que también envía un mensaje claro: la música no debería tener fronteras cuando la ciudadanía o la residencia precaria de los asistentes puede ponerlos en peligro.
Mientras finaliza su residencia en Puerto Rico, Bad Bunny consolida su rol como superestrella que combina espectáculo y conciencia social, cuidando a su audiencia y marcando la diferencia con decisiones que van más allá del escenario. La gira estadounidense queda suspendida, pero el compromiso con su público se mantiene intacto.
