Lo que dejó el acto de Milei en Tres de Febrero

Primer Plano Online registró el backstage de la caótica visita del presidente Javier Milei en caravana por Tres de Febrero. Fue un acto otra vez desprolijo, accidentado, fugaz, con mucha gente que quedó con ganas de verlo y escucharlo y un enorme operativo de seguridad para evitar incidentes.

Como contó este medio anoche, la caravana fue efímera, y hubo quienes fueron a ver a la comitiva oficial y no se enteraron ni de su llegada ni de su ida. Es que apenas circuló algo así como 50 metros a bordo de la cúpula de una camioneta y luego se retiró raudamente.

Hubo una enorme presencia de policías bonaerenses, federales y personal de Gendarmería para evitar enfrentamientos y agresiones. Además, agentes de civil mezclados con el público. “Y ya lo ve, y ya lo ve, para Cristina que lo mira por TV”, cantaban desde el sector libertario. “Alta coimera, Karina es alta coimera”, respondían desde la vereda opuesta.

En el medio, para dividir y que no se crucen más allá de los cánticos y el fervor de quienes aplaudían al Presidente y quienes lo repudiaban, gendarmes con su tradicional uniforme verde, cascos y escudos que sólo tuvieron una presencia disuasiva, no debieron intervenir porque no pasó nada más que el folklore político de adhesiones y rechazos.

Un discurso inescuchable

El discurso presidencial fue difícil de presentar. Habló con un megáfono del que poco se escuchaba y tuvo que improvisar su discurso antes de tiempo ante la imposibilidad de avanzar. La convocatoria inicial fue en la Plaza del Avión, de Ciudad Jardín, en donde se juntaron alrededor de 2500 militantes libertarios.

La comitiva presidencial avanzó por el boulevard San Martín, que es una calle ancha y por donde se planificó el traslado con el fuerte dispositivo policial, a 100 metros de la plaza, en la intersección de Los Ceibos. Allí Milei bajó de la camioneta con su hermana Karina, caminó cerca de 20 metros y se subió a otro rodado similar para trasladarse en la cajuela e ir saludando.

Junto a él ya estaban también Diego Santilli, Karen Reichardt y Sebastián Pareja, postulantes 1, 2 y 3 en la lista de La Libertad Avanza en territorio bonaerense, y Patricia Bullrich, ministra de Seguridad y candidata a senadora nacional por la Ciudad Autónoma. De lo que este cronista puede dar fe es que el megáfono con el que habló el Presidente no se escuchaba ni a 10 metros.

El tema es que el grueso de la gente estaba en la plaza, hasta donde nunca llegó. Y jamás se enteró que ya se había retirado y que la caravana había terminado. Es más: hasta se enojaron con quienes avisaban que no iba a llegar hasta ahí porque la travesía concluyó antes de tiempo.

Un serio incidente casi una hora después del acto

El único incidente serio que dejó la velada fue la detención de una mujer de 50 años por arrojar gas pimienta a un fotógrafo del diario Tiempo Argentino. El muchacho, según narró a la Policía, fue intimidado por la agresora mientras realizaba la cobertura del evento.

Según detallaron fuentes policiales a Primer Plano Online, Anabel Natalia Ilarraz le había arrojado gas pimienta a militantes que rechazaban la presencia del Presidente en Tres de Febrero, y cuando el comunicador intentó reflejar ese hecho también roció con el producto al trabajador.

Lo curioso fue que, al momento que la abordó personal policial para aprehenderla, la mujer sacó una cuchilla que tenía entre sus ropas para intentar defenderse. De inmediato le fue quitada el arma, ella fue reducida y trasladada a la comisaría de la zona, donde quedó detenida.

El fiscal Daniel Cangelosi, de la UFI N° 3 del Departamento Judicial San Martín, dispuso que quede alojada en la dependencia hasta indagarla mañana domingo en orden a los delitos de amenazas, lesiones y resistencia a la autoridad.