El Colegio de Ingenieros de la provincia de Buenos Aires, entidad presidida por Jorge Castellano, insiste con su reclamo para que haya en el país un plan nacional de obras de infraestructura que se base en inversiones provenientes desde el sector privado y también del público. “Nosotros no descartamos ninguna cuestión en lo relativo al …
Colegio de Ingenieros bonaerense y el fin de la obra pública

El Colegio de Ingenieros de la provincia de Buenos Aires, entidad presidida por Jorge Castellano, insiste con su reclamo para que haya en el país un plan nacional de obras de infraestructura que se base en inversiones provenientes desde el sector privado y también del público.
“Nosotros no descartamos ninguna cuestión en lo relativo al financiamiento que haga que la obra sea pública o sea por iniciativa privada o por la financiación que sea más conveniente para cada una. Sabemos que una ruta con peaje puede tener financiación de cualquier origen, en cambio 6 cuadras de cloaca en Ingeniero Budge o en Puerta de Hierro en La Matanza, solamente la puede hacer el Estado”, expresó Castellano.
En conversación con Adrián Noriega en la emisión semanal del programa periodístico Primer Plano por canal Somos, de Flow, el dirigente coincidió con el Gobierno de Javier Milei en cuanto a la estabilización macroeconómica y general confianza de los inversores, sobre todo para el rubro energético. Al respecto, el Colegio de Ingenieros realizará un congreso a fines de octubre.
Sin embargo, ponderó las políticas instrumentadas por el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, que “tiene otra visión y, con los límites presupuestarios que tiene, siempre tuvo la voluntad de hacer obras de infraestructura, de renovar y de repavimentar rutas, de generar la conectividad que hace falta, de hacer obras de saneamiento”.
El saneamiento hídrico urgente
Es en ese capítulo que Castellano pone en valor la indispensable intervención estatal en inversión que no puede esperar, y que no necesariamente realizará un privado si no le resulta redituable. “La provincia de Buenos Aires se inundó en 2015, se inundó en 2018, se inundó ahora y se va a seguir inundando porque el dinero alcanza para lo que alcanza más allá de las obras proyectadas”, reflexionó.
“No invertir en infraestructura pública no es estancarse, es retroceder. ¿Por qué? Porque la economía tiene que crecer, y para que crezca tiene que haber vías de comunicación en buen estado, tiene que haber energía, tiene que haber condiciones de transitabilidad en todos los accesos a los campos que es nuestra principal producción como provincia”, enfatizó el ingeniero.
De hecho, hace pocos días se conoció un informe de la Cámara Argentina de la Construcción con el cálculo de pérdidas por un valor cercano a los 25 mil millones de dólares a raíz de esta política de no inversión en infraestructura pública. Es decir, obras que se abandonaron, otras que quedaron a medio hacer y otras que, recién iniciadas, quedaron sin continuidad desde la asunción de Javier Milei. Ni hablar del otro tipo de pérdida incalculable, como muertes por siniestros viales en rutas en mal estado.
“Hay lugares donde es indefectible que la inversión la haga el Estado, y es lo que queremos que se evalúe, y dónde hay que dar iniciativa privada según los intereses del mercado. En energía es un caso muy importante en el cual queda demostrado que cambiando las condiciones hay inversión”, concluyó.
