En Morón se consolida la baja robo de autos y motos

El Municipio de Morón informó que bajó un 40% en promedio los robos y hurtos de autos y motos en el primer semestre del año. Son datos concretos en base a denuncias ingresadas al sistema 911 y a las tramitadas en la justicia, y abarcan a la totalidad de las jurisdicciones.

En concreto, la estadística da cuenta de que en enero pasado se registraron un total de 169 robos de autos y 98 motos, y en mayo -último número disponible, ya que junio está todavía en curso- se sustrajeron 114 autos y 57 motos. En el medio los datos fluctuaron: en febrero fueron 125 y 37 (autos y motos); en marzo 148 y 77; y en abril 109 y 57.

De esos delitos contra la propiedad automotor, de los 169 registrados en enero 47 fueron hurtos; 50 en febrero; 58 en marzo; 72 en abril y 62 en mayo. La diferencia con el robo es que se llevaron esos vehículos sin utilizar fuerza sobre el bien o violencia sobre las personas víctimas. En motos, en tanto, de los 98 delitos registrados en enero 40 fueron hurtos; 24 en febrero; 23 en marzo; 21 en abril; y 14 en mayo.

Damián Cardoso: “se consolida esta rotunda baja del delito de Morón”

“Habíamos logrado un descenso importante en abril, ni más ni menos que un 40% del robo automotor. Se consolida esta rotunda baja del delito de Morón, y sobre todo en un delito, como siempre explicamos, que es el más importante, porque es el más peligroso”, indicó Damián Cardoso, secretario de Seguridad del Municipio, que asumió funciones en enero pasado.

En diálogo con Adrián Noriega y Norman Díaz en la emisión semanal del programa periodístico Primer Plano por canal Somos, de Flow, el funcionario insistió en que la sustracción de rodados “es la que más muertes y lesiones provoca en el mundo”. “El descenso es una muy buena noticia, porque en Morón veníamos con índices que causaban preocupación”, reveló.

En un trabajo coordinado con la Estación de Policía de Morón, las autoridades creen que resulta clave en la merma delictiva la saturación que el personal uniformado realiza en las calles y en las adyacencias del barrio Carlos Gardel, de El Palomar, a donde la mayoría de los vehículos sustraídos iban a parar para dejarlos “enfriar”, como se llama en la jerga a esconder un rodado por unas horas hasta que dejen de buscarlo.