Bombazo institucional: renunció Gustavo Ovando a la presidencia de la Cámara de Comercio de Castelar por “profundas diferencias” con dos integrantes del resto de la comisión directiva. A partir de esta dimisión, la institución debe reorganizarse y convocar a elecciones para evitar la acefalía de conducción. “Me desligo por completo de todo. No participaré de …
Gustavo Ovando renunció a la Cámara de Comercio de Castelar

Bombazo institucional: renunció Gustavo Ovando a la presidencia de la Cámara de Comercio de Castelar por “profundas diferencias” con dos integrantes del resto de la comisión directiva. A partir de esta dimisión, la institución debe reorganizarse y convocar a elecciones para evitar la acefalía de conducción.
“Me desligo por completo de todo. No participaré de la reunión de comisión prevista para este viernes 18 de julio. Siento que no fue valorado mi esfuerzo y, asimismo, estoy cansado de los malos tratos hacia el personal administrativo de la entidad. Además, hubo gente que se dedicó a poner piedras en el camino en todo este tiempo, y eso me quitó el entusiasmo. No estoy dispuesto a seguir con una relación tóxica, por eso me desvinculo”, detalló Ovando en conversación con Primer Plano Online.

“Entiendo que ahora deberán conformar una nueva comisión directiva, ya que la actual no tiene quórum, y llamar a elecciones. Mis ganas de completar la gestión quedaron hechas añicos por estas dos personas que me hicieron la vida imposible y se dedicaron a desgastarme”, agregó, visiblemente molesto.
14 meses de gestión
Ovando había asumido la presidencia interina después de la salida de Hugo Villarreal, en mayo de 2024, de quien era su vice. En estos 14 meses de gestión reactivó las actividades institucionales y se dedicó a trabajar con el Municipio para activar cuestiones pendientes y para que sea considerada la opinión de los comerciantes en temas sensibles como el estacionamiento medido.
Según pudo saber Primer Plano Online, hubo un hecho que terminó por agotar la paciencia del ahora saliente presidente. Fue luego de haber acordado de palabra ceder las instalaciones para que integrantes del coro de una institución centenaria como es la Sociedad de Fomento de Castelar puedan ensayar algunos días a la semana.
Pese a que todo estaba instrumentado, una integrante de la comisión directiva de la Cámara de Comercio las terminó negando y dejando sin poder hacer sus ensayos, cosa que fue tomada por Ovando como una descortesía inaceptable. A partir de su fastidio se terminó reviendo la decisión, pero el desgaste se profundizó a punto tal de terminar en portazo.
