Sandra Aguilar fue parte de Sudor Marika (en 2017–2018), integró un dúo con Lu Gómez (2023) y colaboró con Drusila Piovera (2024), presentándose en escenarios como Niceto y el Konex. En 2023, la cantante e intérprete, lanzó su primer disco solista, Adoro, en el que recorre canciones de diversas latitudes y géneros musicales. Pero ahora, …
“Cada recital de Gabo Ferro era un ritual colectivo y eso es lo que necesitamos ahora”

Sandra Aguilar fue parte de Sudor Marika (en 2017–2018), integró un dúo con Lu Gómez (2023) y colaboró con Drusila Piovera (2024), presentándose en escenarios como Niceto y el Konex. En 2023, la cantante e intérprete, lanzó su primer disco solista, Adoro, en el que recorre canciones de diversas latitudes y géneros musicales. Pero ahora, con su guitarra y algo de percusión, se presenta en un ritual que recuerda al gran Gabo Ferro.
Lo hará con un show en el que pasa por su tamiz grandes canciones del músico y poeta fallecido en 2020. Aguilar retoma ese legado, ofrendando versiones libres del artista a través de una presentación llamada Canciones que una lesbiana no debería cantar, un obvio guiño a Canciones que un hombre no debería cantar, un disco rupturista, transgresor, que en 2005 marcó una época y fue el debut como solista de Ferro.

El repertorio elegido incluye temas de toda su obra: “Volví al jardín”, “La silla de pensar”, “Soltá”, “Lo que te da terror”, “Soy todo lo que recuerdo”, “Un eco un gesto una señal”, “Maleza”, “Detenido y andando”, “El beso urgente”, “De más de nadie”, “La amiga de mi madre”, “El jardín más bello”, “Cuando se vuela”, “El extrañante”, “Mirar o ver” y muchos más. “El cancionero de Gabo Ferro es tan vasto y tan prolífico, recorre muchas áreas temáticas. Hay muchas canciones que yo encuentro que no han perdido vigencia. Por eso es importante volver a ellas” comenta Aguilar.
-¿Qué te motivó a hacer este recital con estas canciones?
-Como muchas veces, sentí que la poesía de Gabo podía denunciar injusticias del poder, así como el abuso de los agrotóxicos. Y hoy con políticas neoliberales que adquirieron un nivel de violencia y de crueldad como las que habíamos conocido en la última dictadura, me parecía que había que cantarlo y escucharlo colectivamente. Nos dejó grandes temas. Hoy necesitamos desarmar la insensibilidad a la que nos están llevando constantemente
-¿Cómo ves hoy en día esa importancia del arte?
-Creo que es fundamental. Porque el arte tiene imágenes, el arte tiene metáforas. Entonces, es mucho más fluido y potente que un discurso político, que es mucho más directo. Con el arte, en este caso creado por un dotado como Gabo, podemos decir de muchas maneras y que toque las almas y los corazones. El arte nos vuelve a conectar con eso, porque apela y dialoga con la sensibilidad de cada uno y cada una de nosotras. Entonces, me parece que el arte ahí tiene mucho para hacer y mucho para transformar el inconsciente colectivo. Algo que el poder muchas veces no quiere que pase. Por eso también nos aturden de información superflua, nos plantean discusiones muy fuera de la cancha para que después volver a jugar sea muy difícil. Entonces la función transformadora de muchos artistas es necesaria.
-¿Es como un homenaje o una celebración de Gabo y su obra?
-No lo encaro así. Cada recital de Gabo Ferro era un ritual colectivo y eso necesitamos ahora A partir de la necesidad del encuentro colectivo, la idea es revivir ese ritual que era un tiempo fuera del tiempo. En ese momento nos disponemos y nos concentramos para escuchar eso que vamos a ver, si nos atraviesa o no, cómo nos toca. Y en este momento compartimos una experiencia de sentido, que si lo hacemos individualmente no aparecería. Estamos viviendo con nuestra propia sombra en términos individuales, pero cuando estamos ahí grupalmente, compartiendo, se elabora algo desde lo colectivo nos permite afrontar lo que estamos viviendo en términos políticos y económicos. Necesitamos también procesarlo de esa manera colectiva y no solamente en manos de lo que hoy el poder ejecutivo nos propone, sino con nuestras propias versiones acerca de lo que nos queremos contar también.
-¿Cómo enfrentar la provocación constante, el maltrato y demás herramientas del discurso actual?
-Creo que hay que reivindicar la ternura y la pasión amorosa. En la estrategia de la derecha no hay amor. Hay odio. Entonces, se está intentando gobernar a través del odio y el miedo. Creo que necesitamos fortalecer y atravesar esos miedos con firmeza, pero con un pacifismo eficaz, porque si agredimos, nos convertimos en ellos y no hay que dejar que ningún resquicio de eso entre en nuestro corazón. A veces nos insensibilizamos ante la violencia. Por algo la crueldad llega a manifestarse como se está manifestando hoy. Por eso hay que conectar con el amor. No responder de la misma manera me parece fundamental. Porque no se trata solamente de ideología. Hay una disputa en el plano de lo sensible. Por eso es tan importante lo que la música y el arte en general tenga para aportar, porque esa es nuestra forma de comunicarnos.

Foto: Gentileza Sandra Aguilar
-¿Cómo elegís qué decir en cada canción? O en este caso, ¿qué canción de Gabo cantar?
-Siempre elijo las canciones que siento que me hablan. Que me cuentan sus historias. Y cuando les empiezo a tocar, empiezo a contar yo mi historia. Luego hay una transformación que, por ejemplo, yo creo que expreso en la lírica y en la interpretación. Por eso, para este show digo que son versiones libres de las canciones de Gabo. Es que cuando estoy cantando, para mí voy cantando en diferentes emociones. O sea, es como ir desplazándose, ir nadando por diferentes emociones y por diferentes sensaciones.
-Después de este show, ¿cuáles son tus planes?
-Estoy grabando un disco, y hay diferentes propuestas de musicalización de poesía latinoamericana y alguna otra cosa que me permita jugar con mi propia voz también y descubrir otras capas que van apareciendo.
-¿Cómo estás viviendo este tiempo?
-Las lesbianas estamos siendo criminalizadas por el Estado, que nos acusa de pedófilas. Entonces, me parece que seguir adelante es más importante que nunca, y que no empecemos a decirnos que no podemos o a autocensurarnos por miedo. Hay una avanzada del fascismo y del conservadurismo muy fuerte. O sea, esta reivindicación de la heteronormatividad a partir de la reivindicación de la familia como institución es muy fuerte, en todo el mundo. Pero hay que resistir. Aunque la Libertad Avanza uiere una ley contra de falsas denuncias, claramente buscan silenciar a las personas que en los últimos años habían logrado contar lo que les pasó, poniendo palos en la rueda. O atacando la ley de Educación Sexual Integral, que ya demostró su efectividad. A mí me parece peligrosísimo. Y eso es lo que está pasando acá. No podemos quedarnos quietas.
Canciones que una lesbiana no debería cantar, versiones libres de Gabo Ferro
Por Sandra Aguilar. El domingo 10 de agosto a las 20 en Casa Brandon. Luis María Drago 236.