Los inversores dejaron de creerle al ministro de Economía, Luis Caputo, y ahora, lo que es más importante, no le siguen la corriente a Scott Bessent, el jefe del Tesoro de EE UU, cartera que este jueves vendió, por tercera vez (algo que ya es totalmente único en la historia de la potencia del Norte), …
Ni Bessent ni las supertasas de interés impidieron la corrida al dólar

Los inversores dejaron de creerle al ministro de Economía, Luis Caputo, y ahora, lo que es más importante, no le siguen la corriente a Scott Bessent, el jefe del Tesoro de EE UU, cartera que este jueves vendió, por tercera vez (algo que ya es totalmente único en la historia de la potencia del Norte), dólares en el mercado argentino y se quedó con pesos locales.
Estas demostraciones concretas de respaldo en otra oportunidad hubieran alcanzado para detener una corrida contra el peso y hacia el dólar. Más aun cuando la tasa de interés se encuentra por las nubes y debería funcionar como un imán de los pesos.
La corrida contra el peso y hacia el dólar incluye las apuestas en el mercado futuro, donde los inversores juegan dinero a que partir de fines de diciembre el valor del dólar va a estar por encima del techo de la banda, calculado en $ 1538, más allá de que exista o no para esa época.
Hasta cierto punto esa apuesta es levemente contraria a lo que asegura Caputo, de que el esquema de bandas cambiarias seguirá en pie y el dólar se mantendrá dentro de sus límites. Hay que recordar que el banco de inversión Morgan Stanley señaló que el escenario poselectoral más benigno planteaba un valor del dólar de $ 1700 para el mismo momento, bastante más arriba y con efectos devastadores sobre la política cambiaria del presidente Javier Milei.
Este jueves, los inversores volvieron a llevar al mercado hacia la dolarización. La demanda fue tal que todos los valores vinculados a la moneda de EE UU subieron entre 1% (el blue) hasta 2,75% (el MEP). Un indicador de la fuerza de la demanda lo dio la suba del valor del bono AL30, un título dual que se puede comprar y vender en pesos y dólares y por eso es ideal para conseguir dólares del tipo MEP. En esta jornada subió un 1% porque los inversores lo buscaban para luego dolarizarse.

Foto: Martín Zabala / Xinhua
En cambio, el resto de los bonos tuvo altibajos, con más caídas que alzas, lo que derivó en que el riesgo país quedara relativamente estable arriba de los 1000 puntos básicos, un nivel propio de países de gran riesgo crediticio.
Tal como se señaló en Tiempo, los inversores que recibirán este viernes los 2,1 billones de pesos de los bonos no refinanciados el miércoles derivaron buena parte de su dinero hacia el dólar e instrumentos en esa moneda.
La expectativa arraigada en el mercado es que el gobierno va a devaluar el peso en algún momento después de las elecciones del 26 de octubre. Bessent y el equipo de gobierno, con Javier Milei a la cabeza, insisten con que eso no va a suceder, y que el instrumento para ello es el esquema de bandas, que al moverse al 1% mensual retrasa aun más el valor del dólar respecto de la inflación en pesos. O sea, torna al dólar más barato en la moneda local.
Bessent pierde dólares
A lo largo del jueves la demanda de dólares por parte de los inversores se hizo cada vez más fuerte, al punto que pasado el mediodía, el dólar mayorista estaba en $ 1430. En ese momento, el banco Citi apareció con una serie de órdenes vendedoras que en el mercado calculan que totalizaban unos U$S 200 millones. Así se logró bajar el precio del dólar mayorista a unos $1400, pero ese descenso costó los U$S 200 millones al Tesoro.
Según la consultora 1816, las dos intervenciones anteriores le costaron al Tesoro de Estados Unidos U$S 339 millones. Sumada la tercera intervención de este jueves, el saldo actual de dólares jugados por Bessent en la Argentina sumarían US$ 540 millones.