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Nahir Sánchez Romero reivindica su identidad villera en “Cruda, hija de los ’90”, un musical autobiográfico

Presentado como teatro musical, Cruda, hija de los ’90 es bastante más que eso. Es un alegato, un pronunciamiento político, un alimento al espíritu, ese que necesita cada vez más fortaleza ante el aumento de la adversidad. En la práctica, surgió a partir de una banda, Villera Vip, que acompaña en el escenario a la …


Presentado como teatro musical, Cruda, hija de los ’90 es bastante más que eso. Es un alegato, un pronunciamiento político, un alimento al espíritu, ese que necesita cada vez más fortaleza ante el aumento de la adversidad. En la práctica, surgió a partir de una banda, Villera Vip, que acompaña en el escenario a la protagonista y también cantante del grupo, Nahir Sánchez Romero. Esta, a su vez surgió en la pandemia, cuando parecía que la voz de los que menos voz tienen quedaría totalmente relegada. “Fue mutando hasta llegar a esto que es la máxima expresión -cuenta Sánchez Romero-. Este formato ahora tiene director y es una obra musical, antes era una banda de música que en el medio presentaba una poética unida a las canciones”. 

Nahir Sánchez Romero reivindica su identidad villera en “Cruda, hija de los '90”, un musical autobiográfico

Al momento tuvo su estreno y tiene una próxima función este 18 de octubre, y la confirmación de dos funciones en noviembre. “Es autobiográfica. Lo rico es que muchas veces escucho a muchos que opinan lo difícil que fueron los ‘90 para los más pobres, pero creo que esta es la primera vez que alguien de los ‘90 en un escenario lo cuenta en primera persona”. Las historias más conocidas son las de los que cayeron: gente por lo general de clase media que perdió trabajo, estatus, derechos. “Y más con un director, David (Gudiño), que también fue pobre en los ’90. Somos muy cercanos en las historias”. 

Pese al lugar que le tocó al llegar a este mundo, Sánchez Romero se considera una privilegiada: tiene voz. “Interpreto varios personajes de mi infancia que todavía sigo viendo. El otro día varios de ellos estaban en el estreno: mi prima la Betty, su hijo Alan, las nietas de Carola, Quique que es un vecino. Terminaron muy emocionados porque son relatos vividos comunitariamente: nada de lo que cuento me pasó a mí sola. En un momento cuento que estábamos por comer arroz que era lo único que teníamos y se cae jabón en polvo encima del arroz. Lejos de tirarlo, lo lavamos un montón de veces y después lo comimos. Éramos una mesa de pibes y pibas, de mi familia, y cuando lo cuento hablo de lo que nos pasó, y de los que nos juzgan a los que somos de la villa. Pregunto si alguien cree que nos gustó nacer pobres. Y también una cosa que sucede es que en la obra participan muchas vecinas en la producción, el vestuario, la asistencia de producción. Es un mundo. Es un mundo que le da lugar a los que nunca nos dieron lugar, a los de la villa”.

Nahir Sánchez Romero reivindica su identidad villera en “Cruda, hija de los '90”, un musical autobiográfico

El esfuerzo en construir la dramaturgia se lo llevó la selección de cada historia. El resto, cómo conjugarlas, por eso de ser un solo mundo, casi se hizo solo. “Faltan personas que para mí fueron un eje principal en mi vida y que no están, pero elegí por relatos. Es un abanico muy grande de gente que sigo viendo”.

Todo arranca cuando Nahir ve a Carlos Menem anunciar el proyecto de lanzar una nave a la estratósfera que en hora y media, dos, llegaría a Corea del Sur. “Yo estoy en una nave yéndome a la estratósfera, y ellos participan de ese viaje, no están ajenos”. El afiche que promociona la obra tiene la tipografía de la revista Noticias, ícono del periodismo de denuncia de corrupción que prevaleció en esa década. “Sí, es una crítica a los frívolos ‘90: había pibes y pibas en una situación de extrema vulnerabilidad y la tele o las noticias eran puro champán y glamour. Es una crítica a que no volvamos a caer en lo mismo”.

A la mayoría de edad, Sánchez Romero se fue de Villa Soldati: había conseguido trabajo en un banco. “A los 19 cualquiera se va de su casa, y yo quería sentir qué se sentía vivir en otro lado”. Pero por esas cosas del destino de los pobres, al año y medio tuvo que volver. “Tuvimos una desgracia: un familiar fue asesinado por el narco. Yo sentí que mi familia me necesitaba, que estuviera ahí para protegerlos y cuidarlos. Era chica, y sentí que era culpa de que me había ido. Después me di cuenta de que no, que tiene que ver con el contexto de nuestra vida. Y cuando volví abrí el centro cultural Lo de Carola (2010). Es para que los pibes y las pibas tengan un espacio diferente y sobre todo que la cultura los abrace, les dé una oportunidad que a mí no me dio y tampoco le dio a mi familia cuando tuvimos esta pérdida tan grande y me hizo tomar conciencia de volver y decir: necesito estar en mi barrio para cambiar las cosas”.

Nahir Sánchez Romero reivindica su identidad villera en “Cruda, hija de los '90”, un musical autobiográfico

En los años de Néstor y Cristina, como tantos otros, Nahir encontró su identidad: motivos para luchar, cosas a defender, lugar donde pertenecer. Pero lo que parecía llamado a perdurar fue truncado con el gobierno de Mauricio Macri. “El día que ganó estábamos en el merendero y todos nos pusimos a llorar. Somos de Ciudad. Y si siendo de Ciudad nos odian tanto y no nos brindan las oportunidades necesarias, ahora encima también los tenemos en el gobierno nacional. Porque todo lo que teníamos en el centro cultural era de Nación: llevamos a los pibes a conocer Mar del Plata, una de las niñas ganó los Juegos Evita de mejor cantante de todo el país, teníamos talleres a montones para que vayan a Tecnópolis. Todo se empezó a desmoronar. Empezamos a volver a tener personas pidiendo más que queriendo talleres, muchas preguntando si teníamos mercadería para entregar”.

Sobre llovido, mojado: llegó la pandemia, aumentó la penuria. “Abrimos a las adultas mayores. Pero lo que nunca dejamos de hacer era que mientras se comía se leía un cuento; y cuando se llevaban la leche les dábamos un librito para colorear para los hijos. Sabemos que nos volvimos un lugar de asistencia pero que siempre se mecha con el arte y la cultura. Ahora empieza un taller de arte y cultura para infancias llevado adelante por el departamento de folklore de la Universidad Nacional de las Artes: tejimos con ellos y con muchas personas que nos acompañaron para seguir funcionando. Siguen siendo años muy duros. La obra me mostró que mucha gente quiere escuchar lo que pasamos los pobres en línea directa. Más de una el otro día me dijo: gracias, con esto imagino un poco lo que viven mis estudiantes”.

Cruda, hija de los ’90, de Nahir Sánchez Romero

Dramaturgia y actuación: Nahir Sánchez Romero. Músicos en escena: Sebastián Bistolfi, Fernando López, Leandro Paladini, Mariano Quintana. Dirección: David Gudiño. Sábado 18 de octubre, a las 21, en El Alambique Teatro, Griveo 2350.



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