El mayor banco de Estados Unidos, el JP Morgan, se ha vuelto un factor clave en la gobernabilidad pos electoral del presidente Javier Milei. La necesidad de un respaldo semejante viene de la mano de lo que en ciertos círculos se cree que será una dura derrota del gobierno y el oficialismo en las elecciones …
El JP Morgan reunió al establishment para garantizar la gobernabilidad de Milei

El mayor banco de Estados Unidos, el JP Morgan, se ha vuelto un factor clave en la gobernabilidad pos electoral del presidente Javier Milei. La necesidad de un respaldo semejante viene de la mano de lo que en ciertos círculos se cree que será una dura derrota del gobierno y el oficialismo en las elecciones del próximo domingo 26.
La plana mayor del banco reunió en la tarde de este jueves a empresarios y políticos para discutir en el Teatro Colón a puertas cerradas. Esa conducción del JP Morgan tiene como máximo ejecutivo a Jamie Dimon (foto), uno de los banqueros más influyentes del mundo. Su consejo es presidido por Tony Blair, ex primer ministro del Reino Unido y ahora designado por el presidente de EE UU, Donald Trump, para dirigir el proceso de reconstrucción de Gaza. La ex secretaria de Estado de EE UU Condoleeza Rice es socia de la entidad. Este grupo atrajo a empresarios como Eduardo Elztain (Grupo Irsa) y Marcos Galperín (Mercado Libre).
Jamie y sus socios llegaron a Buenos Aires el miércoles para participar de la cumbre del JP Morgan que se lleva a cabo una vez al año en alguna de las ciudades donde tiene presencia.
Se puede suponer que la presencia de un grupo tan destacado de lobbystas coincide de manera casual con las necesidades tanto políticas como económicas y financieras del presidente Milei.
Rescate
Sin embargo, los comentarios de Dimon de las últimas 48 horas sobre Milei y su relación con Donald Trump hablan de una clara intención de respaldo a la Casa Rosada y de su voluntad de trasladar ese señalamiento a sus diferentes públicos.
Tanto en una reunión llevada a cabo el miércoles con los socios argentinos y otros del exterior a través de video conferencia, como en los encuentros que mantuvo este jueves, Dimon ponderó «los esfuerzos del presidente Milei para ordenar la economía y mantener el gasto» controlado.
Dimon llegó a hacer un chiste sobre la motosierra argentina al asegurar que sus palabras contra el Estado y el intervencionismo se «parecían» a las de Milei.
Consideró que Trump estaba «muy cerca» de lograr hacer de Argentina un país «aliado confiable», un «esfuerzo» en el que estaría también involucrado el secretario del Tesoro de EE UU, Scott Bessent. Respecto de este último, aseguró que enfrenta el «miedo» de los inversores a ser «expropiados» en Argentina no por Milei sino por «una futura» administración.
En otras palabras, Dimon les aseguró a sus diversos auditorios que las inversiones internacionales llegarán a la Argentina solo si hay garantías de que «después de Milei» no haya políticas distintas a las aplicadas por el libertario.
Lo que quedó rondando en la cabeza de sus distintos auditorios es la pregunta acerca de cuándo empieza a correr el calendario de Milei. Si las elecciones de este domingo son muy malas, la gobernabilidad y con ella la política abiertamente pro estadounidense y pro empresa, podría fracasar. Por ello, la nueva etapa política y económica que se abriría debería contar con un fuerte respaldo del establishment, incluido el ex presidente Mauricio Macri, quien lidera al PRO y participó de uno de los encuentros con Dimon este jueves.

El jefe ejecutivo del JP Morgan se entrevistará este viernes con el presidente Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo. Transmitirá su respaldo a la gestión libertaria y su deseo de que se refuercen las relaciones entre Argentina y EE UU.
El JP Morgan forma parte de las negociaciones para que Argentina reciba un «blindaje» financiero ante la profunda crisis económica que sufre la administración libertaria. La política de integración del país al mercado financiero internacional incluyó que la actualización del valor del dólar estuviera siempre por debajo de la tasa de interés local. Pero el plan fracasó porque Caputo tardó demasiado en la reducción de la inflación. Eso derivó en un desfasaje cada vez más amplio entre los precios internos y el dólar. Se acentuaron la recesión y el malestar social, que pueden manifestarse con contundencia este domingo.
El ministro Caputo; el presidente del Banco Central, Santiago Bausili; el secretario de Finanzas (ahora mnistro de Relaciones Exteriores), Pablo Quirno; y el viceministro de Economía, José Luis Daza, fueron todos empleados del JP Morgan en algún momento de sus carreras.





