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un punto ciego en el mapa

“Estamos pagando nuestros impuestos por un servicio municipal que no nos es brindado y tampoco nos toman ningún reclamo”. Florencia, vecina que habló telefónicamente con Primer Plano Online, dibujó la “angustiante” realidad que atraviesan desde hace años por obras que nunca llegan y calles que parecen ser un punto ciego en el mapa, en menor …


Estamos pagando nuestros impuestos por un servicio municipal que no nos es brindado y tampoco nos toman ningún reclamo”. Florencia, vecina que habló telefónicamente con Primer Plano Online, dibujó la “angustiante” realidad que atraviesan desde hace años por obras que nunca llegan y calles que parecen ser un punto ciego en el mapa, en menor escala, algo así como el Triángulo de las Bermudas.

Se trata de Javier Muñiz, cuadra que se extiende del 3400 al 3500; Merlo, del 0 al 200; y San Alberto, del 3400 al 3400, en Castelar norte, a 600 metros del centro comercial. Si bien es una zona geográfica que pertenece al Municipio de Morón, increíblemente cuando las familias reciben la boleta de las tasas para abonar el Código Postal que aparece es 1714, que es Ituzaingó.

“Cada obra que se aprueba, estas cuadras no están comprendidas porque no forman parte de la base de datos”, refirió la vecina. Eso se traduce en lo que se puede ver en las imágenes que ilustran este artículo: falta de pavimentación, de iluminación y de sistema de desagües pluviales.

“No hay mejorado, ni tierra. Son badenes, cráteres, por los que no se pude transitar. Incluso las motos, que en muchos casos hacen deliverys, se suben a las veredas, con el peligro que implica. Hace unos días, un vecino se descompuso y la ambulancia no pudo llegar”, indicó. Además, particularmente, en la esquina de Javier Muñiz y Segunda Rivadavia se inunda cada vez que llueve.

Luminarias, recolección de residuos y casi 60 mil pesos mensuales de TSG

La vecina que le contó a Primer Plano Online sus padecimientos diarios dio cuenta también de lo oscuro que se ponen esas calles de noche. “Se deterioran las luces halógenas y no las recambian. Incluso varias veces las lámparas permanecen todo el día prendidas y hay postes que están electrificados”, detalló la mujer.

El único servicio que reciben de manera continua es el de recolección de residuos, porque el camión transita por Segunda Rivadavia. Hay un agravante a la queja: abonan, en promedio, 60 mil pesos mensuales de la Tasa de Servicios Generales.

“Hay una cuadra de San Alberto que las familias juntaron plata y pavimentaron por su cuenta. Estamos juntando firmas para presentar en el Concejo Deliberante a ver si nos prestan atención”, completó la vecina. Según la ordenanza fiscal vigente, ese tributo establece como contraprestación iluminación, barrido, limpieza, poda, pavimento y recolección de residuos. Pasan los años y las distintas gestiones, y la vecindad sigue resignada por la indiferencia.

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