En agosto de 1970, mientras el mundo todavía masticaba la resaca de Woodstock y las radios se debatían entre la psicodelia y el folk politizado, Frank Zappa y The Mothers of Invention lanzaban Weasels Ripped My Flesh, un disco que parecía hecho para incomodar a cualquiera que esperara melodías amables o estructuras predecibles. Pasaron 55 …
“Weasels Ripped My Flesh”, manifiesto contra la mediocridad y la complacencia
En agosto de 1970, mientras el mundo todavía masticaba la resaca de Woodstock y las radios se debatían entre la psicodelia y el folk politizado, Frank Zappa y The Mothers of Invention lanzaban Weasels Ripped My Flesh, un disco que parecía hecho para incomodar a cualquiera que esperara melodías amables o estructuras predecibles. Pasaron 55 años desde su salida y sigue siendo un álbum imposible de encasillar: mitad collage sonoro, mitad acto de sabotaje musical, y todo un manifiesto contra la mediocridad complaciente.
Aunque Zappa había disuelto la primera formación de The Mothers un año antes, este álbum funciona como una suerte de epílogo, un compilado de grabaciones en vivo y en estudio tomadas entre 1967 y 1969. Pero no se trata de un “grandes éxitos” ni mucho menos: aquí hay improvisaciones abrasivas, humor absurdo, sátira social y ataques frontales al oído conservador. El título mismo, inspirado en la portada de una revista de historietas barata, dejaba claro que Zappa no estaba interesado en suavizar nada para nadie.
Una estética de lo incómodo
Weasels Ripped My Flesh es un disco que se disfruta más como experiencia que como colección de canciones. Abre con “Didja Get Any Onya?”, una pieza que alterna riffs frenéticos, diálogos improvisados y silencios abruptos. Luego pasa por momentos de free jazz caótico como “Prelude to the Afternoon of a Sexually Aroused Gas Mask” y cierra con la salvaje pista titular, grabada en vivo y reducida a un minuto y medio de retroalimentación y ruido puro.
Entre esos extremos, Zappa demuestra un control quirúrgico del caos: incluso en su aparente anarquía, hay estructura y un oído afiladísimo para la dinámica. Pero también hay lugar para «hits», o para ser más precisos, clásicos de la obra de Zappa, como «Oh No»/»The Orange County Lumber Truck», «My Guitar Wants to Kill Your Mama» y, en menor medida, el instrumental dedicado al gran saxofonista y flautista «The Eric Dolphy Memorial Barbecue».
El álbum también expone el talento de sus músicos, entre ellos Ian Underwood, Don Preston, Bunk Gardner, Motorhead Sherwood, Jimmy Carl Black y Roy Estrada. Cada uno aporta al sonido expansivo y burlón que caracteriza a esta etapa de The Mothers. Zappa, desde su rol de director orquestal del disparate, logra que todos suenen perfectamente fuera de control.
Más allá de la música
En 1970, Weasels Ripped My Flesh fue recibido con desconcierto por buena parte de la crítica y el público. No era un disco pensado para vender millones ni para encajar en las listas de éxitos. Era una provocación consciente, una manera de decir: “Esto también es música, aunque te incomode”. Más de medio siglo después, esa incomodidad es parte de su encanto y su legado. Bandas de rock experimental, músicos de jazz y artistas de noise han señalado a Zappa como una influencia directa, y este álbum es uno de los motivos.
La portada, diseñada por Neon Park, es una pieza icónica en sí misma: una parodia de la publicidad de consumo masivo, con un hombre sonriente usando una afeitadora eléctrica para rasurarse la cara… y un hurón. El humor visual se enlaza con el humor sonoro del álbum: absurdo, punzante, incómodo.
Herencia y vigencia
A 55 años de su lanzamiento, Weasels Ripped My Flesh sigue siendo un disco que divide aguas. Para algunos, es una obra maestra de la libertad creativa; para otros, un experimento difícil. Pero lo que nadie puede negar es su influencia: desde la actitud iconoclasta del punk hasta las improvisaciones libres del avant-jazz, hay rastros de este álbum en muchas músicas posteriores.
En tiempos donde la industria suele moldear productos para el consumo rápido y la gratificación inmediata, revisitar un disco tan deliberadamente extraño es un recordatorio saludable: el arte también puede desafiar, incomodar y abrir caminos insospechados.
Frank Zappa and The Mothers of Invention
Weasels Ripped My Flesh
1. «Didja Get Any Onya?»
2. «Directly from My Heart to You»
3 «Prelude to the Afternoon of a Sexually Aroused Gas Mask»
4. «Toads of the Short Forest».
5. «Get a Little».
6. «The Eric Dolphy Memorial Barbecue».
7. «Dwarf Nebula Processional March & Dwarf Nebula».
8. «My Guitar Wants to Kill Your Mama».
9. «Oh No».
10. «The Orange County Lumber Truck».
11. «Weasels Ripped My Flesh».
