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“Homo Argentum”, una radiografía estereotipada de la argentinidad

Luego de varios meses de espera, finalmente llega Homo Argentum a la cartelera local de cine. Con una duración de 110 minutos, compila una serie de dieciséis historias cortas que buscan, según sus realizadores, capturar la esencia argentina a través de una galería de personajes y situaciones interpretados por Guillermo Francella. Guillermo Francella y un …


Luego de varios meses de espera, finalmente llega Homo Argentum a la cartelera local de cine. Con una duración de 110 minutos, compila una serie de dieciséis historias cortas que buscan, según sus realizadores, capturar la esencia argentina a través de una galería de personajes y situaciones interpretados por Guillermo Francella.

"Homo Argentum", una radiografía estereotipada de la argentinidad
Guillermo Francella y un compendio de personajes que buscan resumir la argentinidad.

Mariano Cohn y Gastón Duprat, responsables de películas como El artista o El hombre de al lado, se adentran aquí en el formato de película episódica, un desafío narrativo que exige cohesión temática y una mirada precisa sobre aquello que se pretende retratar. En este caso, el hilo conductor es una noción amplia -y algo vaga- de “lo argentino”, que se traduce en un desfile de estereotipos y lugares comunes sobre la idiosincrasia nacional.

El resultado, sin embargo, se asemeja más a un “horóscopo de revista” sobre el ser argentino: generalidades en las que muchos podrán reconocerse o asociar con alguien que conocen, pero que carecen de un verdadero anclaje en singularidades culturales profundas. Los conflictos que atraviesan los múltiples personajes encarnados por Francella podrían suceder en cualquier latitud, sin que la trama aporte elementos únicos que los vinculen de manera inconfundible a este país.

"Homo Argentum", una radiografía estereotipada de la argentinidad
La elección de personajes que interpreta Francella resulta muy porteñocéntrica.

El enfoque, además, se concentra principalmente en perfiles que parecen extraídos de la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores, el llamado AMBA. Si bien este recorte geográfico puede ser útil para ciertos relatos, la película deja fuera la riqueza y diversidad de un país tan extenso como heterogéneo. No hay aquí la voz de un jujeño, la mirada de un fueguino o la impronta de un correntino; y, en ese sentido, la propuesta se siente incompleta en su ambición de representar la “argentinidad”.

La elección de Francella como único actor para interpretar a todos los protagonistas de los distintos episodios es un acierto a medias. Su capacidad para transitar diferentes registros, con cambios de peinados, barbas, bigotes, vestuario y gestualidad, demuestra su ductilidad y oficio. Sin embargo, esta fórmula corre el riesgo de generar reminiscencias inevitables a sus trabajos televisivos, como Poné a Francella, lo que puede romper la ilusión cinematográfica y reforzar la sensación de “sketch” más que de relato fílmico.

En el apartado actoral, la película se nutre con un elenco de reparto de gran solidez: Dalma Maradona, Gastón Soffritti, Vanesa González, Migue Granados, Eva de Dominici y Guillermo Arengo, entre otros, cumplen con solvencia sus roles y aportan frescura a cada historia. La química entre Francella y estos intérpretes ayuda a sostener el interés, incluso en aquellos episodios en los que el guion se muestra más previsible.

En cuanto a la puesta en escena, la realización es uno de los puntos fuertes del film. Cada episodio cuenta con una cuidada dirección de arte, fotografía precisa y un montaje ágil que imprime ritmo y evita el tedio. El espectador se ve constantemente invitado a descubrir qué giro tomará la siguiente historia, lo que mantiene viva la curiosidad a lo largo de todo el metraje. Incluso cuando algunas tramas se sienten repetitivas, la dinámica general evita que el interés decaiga por completo.

No obstante, la idea original de Homo Argentum parece haber sido más potente en su concepción que en su ejecución final. El concepto de explorar la identidad nacional a través de fragmentos de ficción tenía el potencial de convertirse en una obra coral y plural, capaz de mostrar luces y sombras del país desde múltiples ángulos. Sin embargo, el guion se inclina hacia un retrato algo pesimista y reduccionista, en el que los personajes se definen más por sus defectos y miserias que por sus virtudes, creatividad o capacidad de superación.

Esta mirada, aunque legítima, refuerza una narrativa ya instalada en el imaginario popular: la del argentino pícaro, egoísta o limitado, dejando en segundo plano la historia de un país que también se ha caracterizado por grandes logros culturales, científicos y artísticos en América Latina. Hubiera sido interesante que alguno de los episodios de Homo Argentum explorara ese costado luminoso, equilibrando la balanza y ofreciendo un retrato más matizado.

"Homo Argentum", una radiografía estereotipada de la argentinidad
A pesar de las limitaciones, la película confirma la pericia de Cohn y Duprat.

A pesar de estas limitaciones, la película confirma que tanto Cohn como Duprat siguen siendo cineastas con una gran capacidad para generar propuestas formales atractivas y para convocar a intérpretes de primer nivel. Su incursión en el formato episódico es un experimento valioso, aunque en este caso no logre alcanzar la solidez de sus trabajos más celebrados.

Para Francella, Homo Argentum es una nueva demostración de su versatilidad. Su capacidad para habitar personajes tan distintos en tan poco tiempo es indiscutible, y su carisma sigue siendo un motor narrativo poderoso. Es posible que, con un guion más afilado y una mirada menos porteño-centrista, este ejercicio actoral hubiera brillado aún más.

En definitiva, Homo Argentum es una obra irregular, que entretiene y por momentos divierte, pero que deja la sensación de oportunidad desaprovechada. No es una mala película, pero tampoco logra convertirse en el retrato definitivo del “ser argentino” que parece proponerse. Para quienes siguen la filmografía de Cohn y Duprat, será un capítulo menor en una trayectoria que ya ha demostrado capacidad de riesgo e innovación. Para el público general, puede ser una experiencia amena, siempre que se la aborde sin esperar una gran tesis sobre la identidad nacional.

Homo Argentum

En cines desde este jueves 14 de agosto.



admin

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