“A Julio Grondona, Joao Havelange le dio la orden para que este año la AFA se pusiera las pilas con el fútbol femenino. Don Julio obedeció y le bajó línea a todos los clubes, que empezaron a moverse y prometer cumplir”, detallaba una nota de 1995 de Olé. Aquel año, la selección argentina femenina debía …
un triunfo para abrir una nueva etapa en la selección femenina

“A Julio Grondona, Joao Havelange le dio la orden para que este año la AFA se pusiera las pilas con el fútbol femenino. Don Julio obedeció y le bajó línea a todos los clubes, que empezaron a moverse y prometer cumplir”, detallaba una nota de 1995 de Olé. Aquel año, la selección argentina femenina debía participar de su primer Campeonato Sudamericano con la intención de clasificar al Mundial femenino de Suecia 1995. No lo había hecho en el torneo anterior, en 1991, por falta de un seleccionado nacional. La FIFA, entonces, le daba un aviso definitivo. Hasta que, 30 años después de aquella bajada de línea a Grondona, el fútbol femenino sudamericano se decidió por fin adoptar un formato competitivo similar al masculino.
Este viernes, con el pitazo inicial de la Liga de Naciones Femenina, la CONMEBOL puso en marcha un cambio histórico. La novedad es que la clasificación al Mundial femenino dejará de ser una ruleta rusa atada a la Copa América y ahora, a través de este nuevo torneo, las selecciones jugarán todas contra todas -de visitante o local, según sorteo- para la clasificación al Mundial de Brasil 2027.
Argentina, la misma que no participó en 1991 del Campeonato Sudamericano y la misma que tuvo que acelerar el desarrollo del fútbol femenino por una exigencia de la FIFA, debutó el viernes frente a Paraguay con un triunfo 3 a 1 en el Estadio Diego Armando Maradona.
“Este nuevo torneo representa un logro significativo para el desarrollo y la promoción del fútbol femenino sudamericano, brindando más oportunidades a las selecciones nacionales, al garantizar una mayor cantidad de partidos en el marco de un formato competitivo más extenso”, señaló la CONMEBOL el día de su anuncio.
La competencia otorga dos plazas directas para el Mundial a las selecciones que finalicen en las dos primeras posiciones de la tabla general. Además, los equipos que ocupen el tercer y cuarto lugar accederán al repechaje intercontinental. Brasil, país anfitrión y, por lo tanto, ya clasificado, no juega la Liga.
La Selección argentina arrancó el torneo con la base de la última Copa América 2025, en la que obtuvo la tercera posición. El equipo dirigido por Germán Portanova mostró un juego colectivo aceitado, un recambio generacional afianzado y a referentes como Aldana Cometti y Florencia Bonsegundo en un nivel superlativo.
“Cometti es un ejemplo: una jugadora de un profesionalismo tremendo por donde se la vea. No perdió un duelo en toda la Copa América. Y después te exige. Eso me encanta para mejorar, para intentar protagonizar los partidos”, había dicho Portanova después de la Copa América 2025.
A nivel posicional, la Selección se mostró ordenada, sin sobresaltos. Frente a Paraguay, se vio a un equipo que supo tener el control de la pelota y que, desde lo físico, ganó los duelos. El juego a uno o dos toques caracterizó a un soberbio primer tiempo, donde la albiceleste se impuso 3 a 1 con goles de Cometti, Agostina Holzheier y Maricel Pereyra.
La identidad de la selección femenina
“Estamos construyendo nuestra identidad. Paraguay es un rival de mucho respeto. Salió bastante de lo practicado, de lo planeado. Una noche inolvidable con nuestra gente. Hay que seguir trabajando con humildad. No nos conformamos”, declaró Portanova luego de la victoria.
El mediocampo conformado por Vanina Preininger, Daiana Falfán, Pereyra y Bonsegundo le dio al equipo una salida clara de presión, conexión con las delanteras, dinámica en el centro de la cancha y claridad a la hora del pase en tres cuartos. Sobre Bonsegundo, Portanova dijo postpartido: “La conozco hace diez años. Su mejor posición es de enganche, detrás de las delanteras porque recibe a espaldas de la 5 rival y también sabe romper. Una jugadora de elite, de muchos roles”.
Este martes, a las 18, Argentina jugará de visitante frente a Uruguay en el Estadio Centenario. “Es un partido muy difícil, Uruguay salió cuarto en la Copa América. Tiene delanteras muy buenas y juega todo el tiempo de manera vertical. Es un equipo que está convencido de lo que hace y es un rival de cuidados”, analizó Portanova luego del triunfo frente a Paraguay.
La Liga de Naciones Femenina inaugura una dinámica esperada por las selecciones femeninas sudamericanas: la posibilidad de rotar y evaluar jugadoras constantemente. Este sistema alimenta la competencia interna y le da a Portanova y su cuerpo técnico algo importante: tiempo.
La Selección tendrá dos años completos para construir y consolidar un proceso de cara al próximo Mundial, a diferencia del modelo anterior donde el destino mundialista se jugaba en apenas unas semanas de Copa América. Como dijo Portanova: “Argentina tiene que crecer desde la técnica. Tenemos que tener la paciencia de desarrollar un perfil de jugadora argentina. No vamos a tener tanto potrero, pero la técnica será fundamental. En esta Liga, seguiremos construyendo nuestra identidad. Hay que seguir trabajando con humildad. No nos conformamos”.





